El comienzo de la noche del sábado 27 de noviembre del presente año, cambió en fracciones de Segundo la vida de la familia de Ana Laura Díaz Rodríguez, residente en la parte alta de una casa biplanta, situada en Calle A % 2da y 3ra, en el poblado de Gaspar, municipio de Baraguá.
La Joven de 20 años de edad y estudiante de la Carrera de Turismo, en la Universidad Máximo Gómez Báez de Ciego de Ávila, quedó traumatizada, vivió momentos de tensión y miedo, al escuchar gritos muy fuertes que llegaban de su mamá, al incendiarse un fogón Piquer y repartir candela en una habitación y luego se extendió por casi toda la vivienda.
Expresó que ante tanta desesperación e incertidumbre, los vecinos acudieron al lugar y lograron apagar el incendio que destruyó, colchones, camas, prendas de vestir, calzados, bicicletas, equipos eléctricos, entre otros medios de uso personal y colectivo.
Afirma que la respuesta de los vecinos, la familia y las organizaciones políticas y de masas del territorio y estudiantes de la Universidad, fue sorprendente, al ayudarlos a limpiar y eliminar lo quemado, raspar paredes y techo y a botar lo dañado por el incendio.
También dijo con tristeza y al mismo tiempo con mucha satisfacción y a nombre de la familia que están muy orgullosos y agradecidos porque recibieron donaciones de alimentos, dinero, pintura, colchones, aceo, cemento entre otros artículos y productos de una forma, voluntaria, honesta, altruista y desinteresada.
Ana Laura Díaz Rodríguez, a sus 20 años de edad, nunca imaginó pasar por momentos inolvidables que dejan secuelas para la vida, al ver como el fuego se adueñaba de su vivienda y que una vez más, la solidaridad, el humanismo y la unidad, vencieron el peligro, así son las Cubanas y Cubanos,.así son los Revolucionarios.
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